Segundo Imperio Mexicano

 



By Fragoso Espinosa Perla Noemí

Ante el conflicto entre México y los países acreedores europeos, los conservadores vieron la oportunidad de reactivar su viejo proyecto de instaurar una monarquía en México con un noble europeo, que ahora les permitiera recuperar el poder y eliminar las leyes reformistas liberales.

Benito Juárez salió de la capital a fines de mayo de 1863 (un poco antes de que las fuerzas francesas ocuparan esta ciudad), se estableció consecutivamente en las ciudades de San Luis Potosí, Saltillo, Monterrey, Chihuahua y Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez). La resistencia ante la invasión francesa era por la defensa del sistema republicano, la Constitución de 1857 y las leyes de Reforma, así como la soberanía nacional. Las fuerzas republicanas estaban conformadas por los ejércitos regionales; además las guerrillas jugaron un papel importante al hostilizar constantemente a las fuerzas enemigas. En 1863 el mando invasor francés trató de organizar un nuevo Congreso, pero debido a la posición pública formaron nuevos órganos gobierno: la asamblea de notables y la Regencia integrado por los conservadores Juan Nepomuceno Almonte, José Mariana de Salas y el arzobispo de Puebla, Pelagio Antonio de Labastida. La Regencia preparó el camino para establecer un imperio.  Napoleón III y los comisionados mexicanos propusieron como candidato para ocupar la monarquía mexicana al archiduque Fernando Maximiliano de Habsburgo. Así Francia veía la posibilidad de entablar mejores relaciones con Austria y Francisco José, hermano mayor de Maximiliano y emperador de Austria, aprobó la oferta con tal que su hermano menor renunciara a los derechos de sucesión al trono austriaco. Maximiliano declaró que solamente aceptaría el trono por invitación del pueblo mexicano, asimismo la Regencia organizó elecciones con el resultado definido de antemano. En octubre de 1863 envió una diputación a Miramar y el archiduque de Habsburgo aceptó el “Trono de Moctezuma” el 10 de abril de 1864. En el Tratado de Miramar, firmado ese mismo año por los representantes de Maximiliano y Napoleón III, se estableció el apoyo militar y la inversión de capital francés en México.

Maximiliano y su esposa Amalia Carlota de Bélgica llegaron a la Ciudad de México en junio de 1864. El emperador pronto desilusionó a los conservadores pues puso en práctica ideas progresistas liberales, por ejemplo, incorporó en su gabinete a varios liberales moderados, se negó a anular las leyes de Reforma y rompió relaciones con el representante del Papa. Desde su proclamación como emperador intentó dotar al país de un Congreso y una nueva Constitución, pero solamente se elaboró el Estatuto provisional del Imperio Mexicano en abril de 1865, que ratificaba en lo esencial los principios de la Reforma, la separación entre Estado y la Iglesia, la nacionalización de los bienes de ésta y la libertad de opinión y de cultos, en el marco de una monarquía católica (Juan Brom: 1998).

El imperio se basó únicamente en dos fuerzas: los ocupantes franceses y los liberales moderados. Estos fundamentos indelebles, la resistencia del gobierno juarista, las circunstancias desfavorables en Estados Unidos y Francia hicieron colapsar el Segundo Imperio Mexicano entre los años 1865-1867.



Portal Académico CCH. (2017). Segundo Imperio Mexicano (1864-1867). 30 de noviembre del 2021, de Universidad Nacional Autónoma de México Sitio web: https://e1.portalacademico.cch.unam.mx/alumno/historiademexico1/unidad5/contextomundial/segundoimperiomexicano



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